viernes, 17 de octubre de 2008

Los niños del mañana

Mi educación, como la de la mayoría de vosotros, empezó en P4 (bueno es que yo no fui a la guardería, por eso soy tonta). Luego pasé al instituto, a continuación bachillerato y ahora la universidad. El profesor siempre ha sido aquella persona que entra, da la clase de su materia y se va. Nunca te detienes a valorar su trabajo educativo más allá de las explicaciones del temario que te esta dando, de los deberes que te manda, de los examenes, etc. Creces pensando que los valores educativos los recibirás en casa. Separas educación de conocimientos. Piensas que la educación es tarea de tus padres y los conocimientos es faena de los profesores.

Nunca hasta ahora, me había parado a pensar tanto en el valor de la educación. Siempre vemos a un médico como una persona de alto nivel, importante, o a un ingeniero aeronáutico... y en el último lugar quedan carreras como magisterio, educación social y este tipo... carreras que pasan sin importancia.

¿Pero qué coño seriamos sin educación? ¿Qué serian los niños sin escuelas, sin servicios sociales (no todos nacemos en hogares "bonitos") tales como centros abiertos, centros de repaso, educadores sociales... Unos hijos de puta.

Hoy un niño de ocho años del centro abierto, aparentemente normalizado y bueno, de repente le ha dado un revés y ha empezado a decir cosas a otra niña tales como "chupame la polla" "asquerosa" "desgraciada". Evidentemente se ha quedado sin actividad porque mua lo ha castigado. Y lo hemos castigado con especial severidad porque el lunes lo castigamos por la misma razón y parece que no ha aprendido nada de nada y que el término "chupame la polla" lo tiene muy asumido en su vocabulario.

Bien, a la salida se lo hemos comentado al padre. La respuesta del padre ha sido:

-¿Cómo que has dicho eso? Como vuelvas a decir eso "te meto tal ostia que te rompo la cabeza"
- (laura con cara de Jarll)
- ¿Y tú querías un perro? pues de madera te lo voy a comprar.
-(laura) bueno... igual no hace falta llegar a extremos, pero él sabe que si sigue diciendo esas cosas se quedará sin actividades y posiblemente sin excursión. A todos se nos escapan palabrotas, a nosotras también, pero hacemos un esfuerzo para que no sea así.
- Claro hijo, a veces se te puede escapar una palabrota pero pides perdón después.

Claro... usted pide perdón cada vez que suelta una por la boca? Eso no se lo he dicho claro. Dios mio. Como podemos evitar que un niño diga burradas si en casa las oye el triple de fuertes. ( que conste que esto es un ejemplo, en una pirámide de problemas educativos, que un niño diga palabrotas gordas es un problema menor).

Nunca me había parado a valorar tanto lo sumamente importante que es educar y lo difícil que resulta hacerlo correctamente. No ponerse un condón es mucho más fácil. Lo siento por los ingenieros aeronáuticos, pero no me maravillan ni me sorprenden. Un educador en cambio, se esta ganando todos mis respetos. Marx decía que la economía es el valor más alto, por encima de la política ya que la economía domina la política. Yo no se que pensar. Creo que la educación está por encima de todas las cosas.